“Éxito” es una palabra vacía de contenido.
Cuando hablamos de conceptos como “éxito empresarial”, “éxito en los negocios”,
“éxito personal”… el significado de dichos conceptos depende de lo que para
cada persona signifique esta palabra. Lo que para uno es un éxito, para otro
puede ser un fracaso.
Como empresarios y empresarias, podríamos
afirmar sin dudar que aspiramos al “éxito”. ¿Algún empresario podría no
afirmarlo? ¿Alguna empresaria podría negarlo?
Pero si cualquier empresario o empresaria
aspira al éxito con su empresa, de su negocio, primero de todo debemos
preguntarnos: ¿Qué es el “éxito” para mí?
Cada uno tendrá sus propios objetivos, su
propio concepto de lo que es el “éxito”. Si nos planteamos lo que queremos obtener, quizás estemos corriendo tras un concepto de éxito que no sea el nuestro, un concepto que, en realidad, no deseemos obtener. Por ello nos parece fundamental que cada persona clarifique lo que, para ella, significa el éxito.
Para nosotros, el concepto “éxito empresarial”
implica varias cosas:
La
primera es el éxito económico. Porque estamos hablando de empresas, de negocios, de autònomos que oferecen sus servicios.... y cualquier proyecto empresarial requiere necesariamente de resultados económicos positivos. De no ser así, o bien la empresa no tiene futuro, o bien es una asociación, una ONG o un hobby… pero no un negocio! Porque un negocio se caracteriza por proporcionar beneficios económicos que permitan a las personas que trabajan en ella una retribución justa a cambio de su tiempo y su esfuerzo.
La
segunda es el hecho de poder sentirnos orgullosos.
Volvemos a la retórica del “orgullo de ser empresarios y empresarias”. Esto es,
darnos cuenta que nosotros estamos generando productos/servicios útiles, que
las personas necesitan, que las personas valoran, que las personas quieren
comprar, que las personas agradecen. Además, estamos g
enerando trabajo, y en consecuencia bienestar. En definitiva, estamos aportando algo positivo al mundo. Sin nuestro trabajo el mundo sería un lugar peor, por lo tanto, nos orgullecemos de ser útiles al mundo.
enerando trabajo, y en consecuencia bienestar. En definitiva, estamos aportando algo positivo al mundo. Sin nuestro trabajo el mundo sería un lugar peor, por lo tanto, nos orgullecemos de ser útiles al mundo.
La
tercera es conseguir que el negocio “funcione solo” y tener tiempo para nuestra vida personal. Poder ausentarnos, poder descansar o atender otros asuntos u otros
negocios, sabiendo que la empresa continúa funcionando en mi ausencia. De esta manera, podremos tener una
vida profesional, pero también una vida personal. Tener tiempo para nuestra vida personal es fundamental en nuestro concepto de éxito. Hay muchos empresarios que tienen un gran éxito económico, pero sin tiempo para
poder disfrutarlo. En nuestro punto de vista, eso es un fracaso. Pero si vamos un poco más allá y lo pensamos bien: Un empresario que no puede ausentarse de su negocio… ¿Realmente tiene una empresa? ¿O solo tiene un puesto de trabajo proporcionado por él mismo y que le esclaviza?
Por lo tanto (y siempre bajo un punto de vista
muy personal), cuando hablamos de éxito empresarial como mínimo nos estamos refiriendo a tres elementos claves:
1.- ingresos económicos suficientes,
2.- tiempo para disfrutar nuestra vida gracias a que nuestro negocio funciona de una forma relativamente autónoma y, además,
3.- el orgullo de saber que somos útiles y que estamos aportando muchas cosas positivas a la sociedad.
1.- ingresos económicos suficientes,
2.- tiempo para disfrutar nuestra vida gracias a que nuestro negocio funciona de una forma relativamente autónoma y, además,
3.- el orgullo de saber que somos útiles y que estamos aportando muchas cosas positivas a la sociedad.
Esta es nuestra idea de “éxito empresarial”.
¿Cuál es la tuya?
Te animamos a detenerte un momento para reflexionar y poner por escrito tu definición de éxito (todo lo que no se escribe se tiende a olvidar). Así podrás dirigirte a tu concepto de éxito de forma consciente. ¿Qué entiendes tú por éxito?
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